martes, 15 de septiembre de 2015



PARQUE FORESTAL 



La construcción del Teatro Centro Cívico de la ciudad de Gayaquil  de los años 70, que por diferentes motivos la construcción demoró 20 años y el teatro se inauguró el 25 de julio de 1990, con la presencia del entonces presidente Rodrigo Borja Cevallos.Desde entonces, había permanecido cerrado durante los últimos 8 años.


El Parque Forestal, inaugurado el 26 de febrero del 2002, es una de las áreas que ofrecen sitios de esparcimiento cultural, educativo y de entretenimiento.
Quienes acuden tienen la opción de pasear en uno de los 30 ciclonautas –considerados como los principales atractivos del sitio– por un valor de $ 2 la media hora.
La capacidad de estos botes es para cuatro personas: dos adultos y dos niños.









CERRO SANTA ANA


El icono de la ciudad de Guayaquil es el hermosa cerro Santa Ana ubicado en el barrio Las Peñas. Una de las actividades que todo turista desea realizar en una visita a la ciudad es subir los 456 escalones que conducen hasta su cima. El ascenso culmina en una planicie donde podemos encontrar diversos puestos de artesanía, galerías de arte, cafés y restaurantes, el Museo Naval y la Capilla del Cerro Santa Ana y el faro que tiene 18 metros de altura y que puede ser visto desde muchas partes de la ciudad.
















Parque Seminario




El Parque Seminario también conocido como Parque Bolívar o Parque de las Iguanas es un pequeño y tradicional parque urbano público ubicado en el sector Rocafuerte en el centro de la ciudad de Guayaquil. Fue originalmente la Plaza de Armas de la ciudad colonial, pero con el paso del tiempo perdió ese carácter. En este parque se puede apreciar un monumento a Simón Bolívar, así como también una gran variedad de iguana de la especie Iguana iguana.1

El parque Seminario linda por el norte con la calle Clemente Ballén y Millán, por el sur con la calle Diez de Agosto, por el este con la calle Chile y por el oeste con la calle Chimborazo,2 la cual fue regenerada para el uso específico de peatones ya que conecta el parque con la Catedral de Guayaquil. Fue inaugurado el 25 de julio de 1895, por el entonces presidente del Ecuador, General Eloy Alfaro.3
Historia

En 1695 se crea la Plaza de Armas en Guayaquil frente a la Antigua Iglesia Matriz (Actual Catedral de Guayaquil). Se realizaron varias modificaciones con el pasar de los años. Aunque la Plaza de Armas fue, en su momento, asiento del poder colonial y del cabildo de la ciudad, con el paso de los siglos el poder político se mudó hacia el Malecón, junto al Río Guayas, por lo que principios del siglo XX se construyeron el Palacio Municipal de Guayaquil y el Palacio de la Gobernación del Guayas a varias cuadras de distancia. Solo el solar de la catedral mantiene su uso original.

A mediados del siglo XIX, sería conocido como Parque de la Estrella gracias a un detalle trabajado de una enorme piedra de ocho puntas con piedras de color más oscura que el de las calles a su alrededor, además gozaba de un empedrado en toda plaza.

A finales del mismo siglo, este parque se convertiría en un punto de concentración cívica de Guayaquil, específicamente para las festividades octubrinas, época del año donde se conmemora la Independencia de Guayaquil.

En el año de 1889, luego de la gestión iniciada en 1872 por un comité formado para el efecto, se levantó un monumento ecuestre de Simón Bolívar, entonces el parque pasó a llamarse Plaza Bolívar.

Fue en 1895, que gracias a una donación realizada por don Manuel Suárez Seminario, que el parque pudo ser reconstruido al estilo francés, imperante en la época, por lo que se le colocó un enrejado y una glorieta. Con pocas renovaciones se ha mantenido hasta la actualidad, y en honrar a este ilustre personaje la Plaza Bolívar pasaría a llamarse Parque Seminario.













BOLÓN DE VERDE





Orígenes

Los primeros indicios del bolón de verde surgieron en Cuba, según historiadores internacionales. Allí es denominado como fufú de plátano, un plato hecho básicamente de plátano machacado y mezclado con chicharrones.

El investigador de folclore cubano Fernando Ortiz explicó que durante la dominación inglesa en Cuba, después de la toma de La Habana, entraron a ese país muchos esclavos negros llevados por los ingleses.

La comida que normalmente se daba a los esclavos era plátano hervido y machacado, y se cree que esta forma de comer el plátano venía de Ghana y Sierra Leona. Los negreros ingleses acostumbraban a decir “food, food” (“comida, comida”), cuando repartían las raciones a los negros y de ahí que los esclavos usaban la palabra “fufú” para designar dicha comida.

Aunque no hay datos que certifiquen que el bolón de verde ecuatoriano recibió una influencia directa de Cuba, su preparación es similar a la del fufú de plátano que se consume en la isla, con la diferencia de que se mezcla con queso y los verdes son fritos.



Ingredientes

1/2 libra de chicharrón
5 plátanos verdes
sal
2 cucharada de manteca de cerdo
1/2 libra de queso criollo


PREPARACIÓN



Cocinar en agua o asar los verdes, majarlos, agregar manteca de cerdo y sal.


Amasar bien y agregar el queso o los chicharrones y la cebolla colorada finamente picada. Formar porciones en forma redonda.


Se pueden freír o dorar en manteca.

lunes, 14 de septiembre de 2015



MALECÓN SIMÓN BOLÍVAR








Ubicado en la ciudad de Guayaquil, junto al río Guayas, es un proyecto de regeneración urbana del antiguo Malecón Simón Bolívar, de 2.5 km de extensión en donde se puede disfrutar de los grandes monumentos de la historia de Guayaquil, como el Hemiciclo de la Rotonda, museos, jardines, fuentes, centro comercial, restaurantes, bares, patios de comida, el primer cine IMAX de Sudamérica, así como muelles, desde donde se puede abordar embarcaciones para realizar paseos diurnos y nocturnos por el río Guayas y miradores entre otras atracciones.

domingo, 13 de septiembre de 2015



El Naranjo encantado





Se dice que en el Cerro del Carmen arriba del cementerio, más de una persona de las que vivían por ahí, sobretodo los caballeros, se encontraba con un frondoso árbol de naranjas, en seguida corrían a probarlas, su sabor era tan exquisito, que no dudaban en llevarse algunas a su hogar, entonces era cuando surgía el problema, no podía conseguir el camino a casa, y de tanto intentarlo decidían no llevar las naranjas, de inmediato y como magia logran salir de su laberinto y llegan a casa. Se dice que este árbol fue sembrado personalmente por el que sería san Martín de Porres cuando aún era un niño de apenas 10 años, mientras cursaba su labor de monaguillo en el Templo de los Dominicos la Ciudad.


La leyenda de Víctor Emilio Estrada





El (ex presidente del Ecuador en 1911) era un hombre con fortuna Inmensa, acaudalado y muy sabio, se decía en esa época que él había hecho un pacto con el diablo, y que cuando muriera él mismo vendría a su tumba a llevárselo. En su afán de que no ocurriera eso Víctor Emilio Estrada construyó una tumba de cobre para que el demonio no invadiera su descanso, al morir fue enterrado en su tumba de cobre, una de las más grandes del Cementerio de Guayaquil, el demonio quiso llevarse su alma al infierno como habían pactado, pero en vista de que no pudo éste lo maldijo y dejó varios demonios de custodios fuera de su tumba para que lo vigilaran y no lo dejaran descansar en paz. Desde ese día Víctor Emilio Estrada no descansa en paz y todas las noches sale a muy altas horas de la noche con su sombrero de copa, su traje de gala y su maletín por la puerta uno del cementerio, a conversar con las personas que se detienen a coger el bus en la parada o simplemente pide una carrera en un taxi se da varias vueltas y le pide al taxista que lo deje donde lo recogió, paga su carrera con un cheque firmado por él y se baja, el señor taxista se asegura de que sea el dinero acordado y se fija en dicha firma, regresa a ver hacia el caballero pensando que se trata de una broma y dándose cuenta que entra nuevamente al cementerio pero éste traspasa la puerta como si fuera invisible y se pierde en el camino.



El Hada de Santa Ana


Nino de Lecumberri, español buscador de tesoros, invocó a Santa Ana cuando se encontraba en peligro de muerte al cruzarse con una hermosa mujer(princesa inca) que le dio dos opciones: le mostró una ciudad de oro, si lo deseaba podía ser de él y la otra si quería podía casarse con ella y le seria fiel y devota por siempre; sin embargo aquel hombre por su avaricia decidió por la ciudad de oro, y es aquí donde apareció el rey (indígenas de ese entonces); quien era padre de la increíble mujer y le dijo que lo arrastraría a la oscuridad eterna para que compartiera con ellos su destino. El joven español rezó mucho por su vida a Santa Ana y en agradecimiento colocó una Cruz con la leyenda “Santa Ana” en la cima del cerro, nombre que sustituyó desde entonces al de Cerrito Verde.




Fray Simplón y las palomas









era un fraile franciscano que se caracterizaba por su gran bondad y cariño por las palomas. Con la erupción del volcán Cotopaxi en 1726, quedó el campanario de la iglesia de san Francisco gravemente cuarteado, debido a esto, el corregidor de Guayaquil le dio tres semanas para reconstruirla o de lo contrario procedería a demolerla.

Al ver lo poco que recogió de la limosna, fray Simplón optó por darla en comida para las palomas. El corregidor mandó por la noche a escondidas una cuadrilla de hombres a demoler la torre del campanario. Al retirarse la cuadrilla, aparecieron miles de palomas que se lanzaron en perfecto orden sobre los escombros de la iglesia y con sus picos recogieron los miles de fragmentos, reconstruyendo y dejando una hermosa torre.

Fray Simón, ante la pregunta del corregidor, ¿a qué atribuís este prodigio?, le contestó: “A mis ángeles, señor”, con una mezcla de alegría y extraña complicidad en su rostro.


Leyendas de Guayaquil 


El Duende

En la década de 1920, se creía en el cuento del Tintín, un duende que tenía los pies al revés para desorientar a sus perseguidores y que obligaba a los padres de todas las jóvenes bellas de grandes ojos oscuros, que eran sus preferidas, a redoblar la guardia para que no fueran secuestradas y embarazadas por él. El pobre duende cargaba con la culpa de algún primo o enamorado audaz que burlaba la vigilancia paterna. Por eso hoy es obsoleto, ya no hay Tintín a quien culpar; no es necesario tener ojos bellos y grandes, ya que sin tapujos todas están expuestas a lo mismo.


Leyenda actual

En la actualidad se lo describe como un ser malévolo, que persigue a mujeres jóvenes, solteras o casadas en especial si son cejonas o velludas, de enorme cabellera, las seduce e hipnotiza con la intención de poseerlas sexualmente. En ocasiones, se llega a enamorar y las persigue constantemente hasta hacerla su mujer.
Se lo describe como un ser pequeño y cabezón con aspecto de duende o gnomo mágico que usa un enorme sombrero y emite un silbido ululante y lúgubre, algunos lo describen como un enano con los pies virados hacia atrás, garras y un miembro viril tan enorme que lo arrastra por los suelos. Este último aspecto es similar a la versión andina, el Chuzalongo.
En la Isla Corazón de la provincia de Manabí se lo conoce con el nombre de Felipe o Felipe el Tintín, y se cree que vive en los mangles, usa un sombrero enorme y toca melodías que enamoran a las mujeres con su guitarra, además de tener los pies volteados para desviar su rastro en las huellas del fango. En diversas partes de Manabí se lo conoce con el poder de convertirse en ave, específicamente en Pedrote o Motmot. Este ser tiene como objetivo lo material (coito) y lo divino (fecundación) sea cual fuera el lugar de donde se hable de él. (Fuente: Wikipedia






HISTORIA DEL ENCEBOLLADO







El encebollado es un plato típico ecuatoriano originario de la región costa, muy probablemente de la provincia del Guayas. Es considerado el plato de bandera de la gastronomía ecuatoriana


Este plato, que suele servirse acompañado de chifles, arroz, canguil o pan, es ingerido usualmente en la mañana, ya sea como desayuno o a media mañana. También suele servirse como almuerzo. Es común que el plato sea aderezado con gotas de limón verde y con ají (salsa picante ecuatoriana). Entre los ecuatorianos es común atribuirle al encebollado la capacidad de atenuar los efectos de la resaca provocada por la ingesta de alcohol; tal actividad se ha convertido en todo un ritual urbano colectivo, que se inicia a las primeras horas del día siguiente después de una "borrachera". [cita requerida]

Se cree que el origen de este plato data cuando la ciudad colonial de Santiago de Guayaquil era un corregimiento durante la época de auge del astillero y su puerto, cuyos ingenieros y trabajadores tenían largas jornadas en la construcción de las naves y galeones, y debido a esto estaban cansados por el excesivo esfuerzo físico. Se dice que durante las borracheras de los trabajadores en momentos de fiesta o de receso, fueron las esclavas negras que servían de aguateras y cocineras en el astillero, además las que tuvieron la invención del encebollado como una fórmula para calmar lo que en Ecuador se conoce comochuchaqui.

Se lo puede comer a cualquier hora del día. Muchos lo prefieren en el desayuno y otros como cena, en la madrugada después de una noche de farra.




Lo cierto es que el encebollado, un caldo preparado con albacora, yuca y tomate como ingredientes principales, es un plato tradicional de la comida ecuatoriana, pero que, como muchos, se origina con la mezcla de culturas.

Así, durante la conquista los españoles trajeron la cebolla y los limones (dos ingredientes principales del encebollado), aunque estos en realidad son de origen árabe, afirma el cronista Vitalicio de Guayaquil, Rodolfo Pérez Pimentel. 

Y señala que los cítricos fueron introducidos en España en el año 711, cuando el califa del norte del África insertó también a esta región los frutos secos.

“Hasta ese momento en América los indígenas preparaban el plato únicamente con pescado hervido o asado con sal. Lo comían en cuclillas y así invitaban también a otros a que lo hicieran”, anota.

Otro condimento igualmente infaltable es la yuca, la cual, aunque es de origen africano, también fue traída por los españoles. 

Según el cronista, los primeros vestigios de la aparición del encebollado en América se remontan al siglo XVIII, cuando al continente arriban los marineros españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa y escriben el libro Noticias secretas de América.

Según Pimentel, en este texto se relata que al llegar a Guayaquil fueron a la casa de un corregidor, que se cree fue español, y ambos degustaron un almuerzo “a la indígena”.

Lo servido consistía en almíbares, ajíes, cebiches, escabeches y encebollados. Los marineros entonces difundieron esta comida.

En gastronomía el término encebollado hace referencia a cualquier carne servida con cebolla curtida, refire el gerente de desarrollo del Hotel Continental, Emilio Bruzzone Leone, que desde hace 32 años ofrece comida típica tradicional ecuatoriana en el restaurante conocido como La Canoa (Chile y Diez de Agosto).

En ese tiempo, comenta Bruzzone, en Guayaquil se prohibió que las carretillas vendieran comida. Los puestos informales se extendían hasta atrás del Club de la Unión, en la Plaza del Sur, y solían ofrecer varias comidas tradicionales, entre ellas, el encebollado. 

“Nosotros decidimos que asumiríamos un poco ese papel”, cuenta Bruzzone.

Como descendiente de marineros, él asegura que entre las variedades de los túnidos la albacora “es el más delicioso”.

De ahí que no fue nada raro que en la segunda mitad del siglo XX el plato se empiece a popularizar y al simple pescado hervido se le agregara cebolla curtida, yuca y tomate.

“En gastronomía no hay nada escrito, son solo tradiciones, de ahí que al pescado hervido se le agregó otros ingredientes como el tomate”, señala el gerente del Continental.

Hoy existen muchos rincones en Guayaquil donde se sirve encebollado de albacora y cuyos nombres invitan a degustar más de un plato. Lo ofrecen con pan o chifle, como en el Pez Azul Express, ubicado en la 12ª etapa de la Alborada; en el Palacio del Tiburón (Los Ríos y Brasil) o El Arbolito (Rumichaca y San Martín); aunque en Guayaquil casi en cada esquina se encuentra uno mejor que otro.

LA RECETA 

Ingredientes:
-2 libras de albacora
-2 trozos grandes de yuca
-½ atado de hierbita
-3 cucharadas de ají peruano
-2 tazas de cebolla curtida en limón
-1 taza de pasta de tomate
-pimienta, ajo y sal al gusto

Preparación:
Cocine la yuca cortada en cuadros en agua con sal, ajo, pimienta y las ramas de hierbita, cuando esté medio cocinada la yuca, coloque encima el pescado, el ají disuelto en agua y cernido, la pasta de tomate, y deje cocinar. Posteriormente, retírelo y desmenúcelo. Sirva tibio o caliente y decorado con una salsa de cebolla. No olvide el limón.









sábado, 12 de septiembre de 2015




CEMENTERIO GENERAL DE GUAYAQUIL









El Cementerio General de Guayaquil se abrió el 1 de enero de 1843, se encuentra en el corazón de la ciudad, al pie del Cerro del Carmen encerrado por un perímetro que inicialmente tuvo la forma de un trapecio, y que ya por el crecimiento forzado no tiene figura determinada.

Es uno de los mejores de América Latina, por los diseños arquitectónicos desde greco-romano, neoclásico, barroco, italiano, español, mudéjar, arábigo y judío.


El Cementerio Patrimonial fue fundado oficialmente el 27 de abril de 1823, después de varias recomendaciones debido a las molestias que causaba el entierro de muertos en los templos, como había sido costumbre hasta ese entonces. Fue diseñado en 1822 por Juan Francisco Ycaza, quien escogió el sitio al pie de los declives meridionales del cerro Santa Ana.
Se construyó en el norte de Guayaquil, en las laderas del Cerro del Carmen, donde antes existió un pequeño panteón para los pobres. Este se extendió a lo largo de la calle Julián Coronel, cerca de varios hospitales, ancianatos y la morgue.
En 1886 el Dr. Francisco Campos Coello, Presidente del Concejo Cantonal de Guayaquil, propuso la creación de la Junta de Beneficencia, una institución que prestaría ayuda a la población menos protegida de la ciudad. El 29 de enero de 1888, se instaló oficialmente la Junta de Beneficencia Municipal de Guayaquil, y Eduardo Arosemena fue designado como su primer presidente. La municipalidad le confió a la Junta la administración de hospitales, orfelinatos y el Cementerio.
En octubre del 2003, fue nombrado Patrimonio Cultural Nacional, mediante decreto del Ministerio de Educación y Cultura, tanto por su arte como por su valor histórico.

Tumba de Julio Jaramillo Laurido




Tumba de Jóse Juaquín de Olmedo